1. Llena un termo con agua caliente.
Para que el mate esté a la temperatura adecuada, no debe estar ni tibio ni hirviendo. Es aconsejable que la temperatura esté entre 70 y 80º C.
2. Verter la yerba en el mate y agitar.
Una vez más, las instrucciones son estrictas y exigen que el mate no rebose de yerba y que no llegue a hervir. Llenar el recipiente tres cuartos a ojo (sin medidores). Luego cubra la abertura del mate con la mano, póngalo boca abajo y sacúdalo varias veces para quitarle el polvo.
3. Haga un agujero y vierta agua tibia.
Ahora coloque la yerba en un lado del mate de manera que se cree un agujero en el lado opuesto y luego vierta cuidadosamente agua tibia sobre ella. Es importante que no hierva para que la yerba no se queme y pierda su sabor. Dejar reposar unos segundos.
4. Introducir la bombilla.
Un consejo práctico: tapa el agujero superior de la bombilla con un dedo e introdúcela en el agujero que has hecho antes. El gran riesgo de este paso es que se tape el mate.
5. Cebar el mate.
Con la temperatura ideal mencionada anteriormente, ahora comenzamos a cebar el mate. Se debe cebar una pequeña cantidad de agua en forma alternada y siempre en el mismo lugar (preferentemente junto a la bombilla).
6. Compartir por un momento.
Comienza la ronda y es importante respetar el orden. Nada de saltearse. Tomar el mate con algo dulce y compartir buenos momentos con los amigos.